¿Qué hacer ante una intoxicación por setas?

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Estamos en un país donde ir a buscar setas es algo habitual y, aún mejor, forman parte de la cultura y oferta gastronómica de muchas regiones. Es importante ser un buen conocedor de estas si las vamos a recolectar ya que existen algunas especies muy venenosas y que se asemejan en apariencia a las comestibles.

Síntomas de intoxicación:

La intoxicación por setas se relaciona con cuatro síndromes y siete clases de toxinas. Los síndromes se diferencian según los órganos o sistemas que afectan.

Algunas de las intoxicaciones por setas producen un cuadro neurológico con alucinaciones y alteraciones del sistema nervioso autónomo (sudoración, lagrimeo, salivación, miosis) y otras producen síntomas digestivos: dolor abdominal, náuseas y vómitos. Los síntomas de intoxicación varían según la especie:

  • Fuertes dolores de estómago
  • Sudor frío
  • Vómitos
  • Diarreas fétidas y abundantes
  • Vértigo
  • Periodos alternados de crisis y de calma
  • Inmovilización total.

Los primeros síntomas se pueden presentar al cabo de poco rato de haber comido las setas, normalmente entre 30 minutos y tres horas, o aparecer pasadas algunas horas, incluso 8 o 10.

¿Qué hacer si me intoxico al comer setas?

 Si se sospecha que se ha ingerido alguna seta venenosa se debe:

  • Acudir de inmediato al centro sanitario más cercano para que pueda tratarse adecuadamente.
  • Es importante llevar los restos de setas que se hayan ingerido ya que esto permitirá poder identificar la especie y aplicar el tratamiento específico.

Algunas intoxicaciones son muy graves y potencialmente mortales por lo que la eficacia del tratamiento depende, en parte, de la rapidez con la que se instaura.

Además, no sólo tiene que ir al centro médico el afectado por la intoxicación, si no todas las personas que hayan ingerido la seta sospechosa, aunque no presenten síntomas, ya que es muy probable que también se hayan intoxicado.

Consejos para ir a buscar setas de forma segura y sostenible:

  • Se deben recolectar sólo las setas que se identifiquen sin margen de error, las que puedan ser reconocidas sin ningún tipo de duda.
  • Si no se conoce la seta no se debe tocar, coger ni aplastar.
  • Coger la seta tiene su técnica y, la mejor manera, es haciendo palanca con una navaja o cuchillo para obtener la seta completa. Al recolectarla las láminas de la seta deben mantenerse hacia abajo para que caigan las esporas al suelo.
  • Para no impedir el crecimiento de más setas es importante no remover la hojarasca con rastrillos. Esto lesionaría los micelios, el cuerpo de la seta.
  • Los buenos recolectores llevan una cesta de mimbre y no una bolsa de plástico. Esto favorece que las esporas vayan cayendo al suelo y contribuyan a su regeneración.
  • Las setas pequeñas no tienen tanto sabor y todavía tienen que crecer. Es mucho mejor recolectar las que tengan un buen tamaño.
  • Si se duda de la toxicidad de la seta el único consejo es no tocarla ni comerla.
  • Es falso que las setas comidas por caracoles u otros animales no sean tóxicas. El metabolismo de algunos animales es diferente al humano y lo que puede ser tóxico para un animal no lo puede ser para una persona y viceversa.
  • Siempre que se haga una excursión hay que planificar el itinerario, consultar la previsión del tiempo y llevar la ropa y el calzado adecuado, así como agua y alimentos

Lo que debes saber:

  • La intoxicación por setas se relaciona con cuatro síndromes y siete clases de toxinas. Los síndromes se diferencian según los órganos o sistemas que afectan.
  • Si se sospecha que se ha ingerido alguna seta venenosa se debe acudir de inmediato al centro sanitario más cercano para que pueda tratarse adecuadamente.
  • Algunas intoxicaciones son muy graves y potencialmente mortales por lo que la eficacia del tratamiento depende, en parte, de la rapidez con la que se instaura.

 

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