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Lisandro Enrique, persona con VIH, en FFPaciente.

«El abordaje educativo a nivel sexual debería ser amplio y normalizar una enfermedad crónica como el VIH debería estar en la mesa de temas educativos».

Nombre: Lisandro Enrique.

Instagram: @lisandropositivo.

¿Podrías hacer una breve presentación sobre tí?  

Soy Lisandro y tengo 47 años. Vivo en Barcelona pero soy originario de Argentina. 

 

¿Cómo llegó el diagnóstico de VIH a tu vida? 

El diagnóstico lo recibí a mis 18 años en el año 94, tras una de mis primeras relaciones afectivas con otro chico que ya era positivo pero no me lo había comunicado. Recibí el mismo a través del doctor responsable y me indicó que debía comenzar a medicarme, pero me negué a hacerlo. Estuve sin tratamiento hasta el año 2015. 

 

¿Por qué decidiste visibilizarte como persona con VIH en redes sociales? 

No fue mi intención hacerlo para las redes sociales, simplemente hice un video para visibilizarlo, haciéndolo público como “un ejercicio personal” a sabiendas de lo que podía venir después de eso.  

A partir de allí comencé a responder infinidad de mensajes diarios de personas de todas las latitudes sobre VIH y, poco a poco, fue ocupando mi día a día y es lo que disfruto hacer. 

Ayudar a otros me ayuda a mí y es una tarea demasiado satisfactoria donde no hay  lugar para el victimismo ni sentimientos de lástima.  

 

¿Crees que sigue existiendo mucho estigma relacionado con el VIH? ¿Cómo se puede abordar este problema?

Claro que sigue existiendo y la base del estigma es el desconocimiento y la falta de información. El abordaje educativo a nivel sexual debería ser amplio y normalizar una enfermedad crónica como el VIH debería estar en la mesa de temas educativos.  

¿Qué recursos recomendarías para ayudar a personas que le acaban de detectar VIH?

Información de confianza, y que recurran a sus doctores con las preguntas concretas.  Es la persona que debe y tiene la obligación de darnos la información que necesitamos.  También buscar apoyo a través de grupos o de pares que pueden acompañar en un  momento tan importante como es el diagnóstico inicial.  

El estigma, las ideas equivocadas, los prejuicios y demás pueden ser elementos negativos en el inicio de esta enfermedad y es algo que debemos combatir para lograr la mayor adherencia al tratamiento y la plena realización de la persona con VIH.  

 

¿Crees beneficioso compartir experiencias sobre salud?

Totalmente. Aprendemos de nosotros mismos a través de las experiencias ajenas. En situaciones como estas, son necesarios los espejos de otros para mirarnos y tomar mejores decisiones y sobre todo para saber que no estamos solos.  

El lenguaje debe ser cercano y centrarse en la persona no en la enfermedad que es algo en lo que debemos trabajar todos: tanto nosotros como activistas o el personal médico en todos los niveles. Está probado que los efectos de este tipo de comunicación es beneficioso para el usuario y hace que pueda abordar mejor su tratamiento o el camino de vivir con VIH. 

 

¿Cuáles crees que son los retos a los que nos enfrentamos en los próximos años con respecto al VIH? 

Cada año que pasa avanzamos más y lo hacemos más rápido. Las personas que vivimos con VIH somos un ejemplo de que podemos adherirnos a un tratamiento al momento de por vida y que actualmente no tengan demasiados efectos secundarios.  

El próximo reto es disminuir la frecuencia de la toma de medicación reduciendo niveles de ansiedad o estrés para muchas personas y mejorando la adherencia. Otros de los retos que tenemos y deberíamos estar trabajando desde ya es el de Salud Mental que viene relacionado con la sensación de soledad y estigma que una gran mayoría siente desde el diagnóstico.

¿Qué mensaje querrías lanzar a la gente que lea esta entrevista?

Que tengo una mirada totalmente positiva sobre esta enfermedad. Aunque pueda generar controversia, no me siento ni me considero enfermo: la palabra enfermedad la tengo asociada a alguien que está limitado en sus tareas diarias y no puede hacer lo que desea o quiere.  

Es cierto, tomo una pastilla todos los días, pero no estoy incapacitado y desde hace muchos años el vivir con VIH me ha hecho tomar mejores decisiones y elecciones para mí. 

Actualmente tengo 47 años y con los controles anuales que tenemos por ser Positivos corremos con muchas ventajas con respecto a otras personas que quizás no consideran la prevención como algo importante en el aspecto integral de salud. 

 

¿Hay algo que no hayas dicho aún y estés deseando contarnos?  

Que soy muy feliz. Vivo la vida que quiero y voy hacia donde quiero ir acompañado por este amigo imprevisto que llegó hace tantos años. Es una parte de mí, pero no me define como persona y cada día que pasa me enseña lo importante que soy y el lugar en el que debo colocarme y ocupar en esta sociedad.  

La Asociación FFPaciente no se hace responsable de las opiniones personales expresadas por los entrevistados. El testimonio del paciente es individual e intransferible.

 

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