Iván Garrido, persona con VIH de nacimiento, en FFPaciente.

«Durante mi proceso de enfermedad he aprendido sobre todo a gestionar mis emociones y empoderarme de ellas».

Nombre: Iván Garrido.

Instagram: @ivan.garrido.psico.

¿Podrías hacer una breve presentación sobre ti? 

Soy Iván Garrido, psicólogo, escritor, activista y nací con VIH. Me criaron mis abuelos maternos y después de perder a su hija, mi madre, no querían que su único nieto también se difuminara entre los números de muertes de la pandemia del SIDA. Logré sobrevivir gracias a un equipo médico al que debo de la vida, capitaneado por la Dra. Mellado.

Esto no supuso que mis abuelos no tuvieran miedo a la enfermedad, y, sobre todo, al qué dirán. Ya sabéis, el peor efecto secundario del VIH son los prejuicios que hay sobre él. Ahora, he dado la vuelta a la situación y mi foco en la vida está en enseñar a las personas que el VIH y cualquier otra cicatriz solamente poseen belleza si sabes desde que lado verla. Te cuento como lo conseguí en mi libro: “La belleza de las cicatrices” y en mi Instagram.

 

¿Cuándo fuiste diagnosticado de VIH?

Fui diagnosticado de VIH en el mismo paritorio que me vio nacer en el Hospital Clínico de Madrid. Mi madre, usuaria de droga inyectada, tenía el virus y como tantos niños/as de aquella época, nacimos con el famoso virus. Mi esperanza de vida no era muy alentadora, ya que los fármacos existentes eran demasiado tóxicos para mí.

A los cinco años, llegó lo peor, el virus iba matando mis defensas (las CD4) poco a poco y, por tanto, cualquier enfermedad oportunista podría entrar en mi organismo y acabar con mi vida. Ya imaginarás que el virus no pudo conmigo y superé esta fase crítica con creces, eso sí, las largas estancias en el hospital marcaron parte de mis primeros años de vida.

¿Qué supuso tener VIH durante tu infancia? ¿Cómo lo viviste?

Me encantó mi infancia en lo que respecta al VIH. Hoy en día, sigo teniendo una pasión fuera de lo común por los hospitales. En esas largas estancias en los hospitales, los equipos sanitarios me intentaban entretener vendando a mis peluches y curando sus diferentes patologías con inyecciones ficticias. Me disfrazaban de enfermero, médico o celador y desarrollaba “sus funciones” cómo si no pasara nada a mi alrededor.

Con las estancias en los hospitales y la medicación fui volviendo poco a poco a casa. Y llegó la medicación oral. Recuerdo perfectamente cuando mis abuelos me despertaban de madrugada, para ingerir tantas pastillas y esos malditos jarabes que odiaba con todas mis fuerzas y que más de una vez escupía a mi abuela a la cara mientras la insultaba. Ahora, solo me siento culpable de ello, porque me estaban salvando la vida, pero desde la visión de un niño, solo era una repulsa ante un estímulo aversivo como era ese sabor que nunca olvidaré. 

 

¿Qué has aprendido de tu proceso de enfermedad?

Durante mi proceso de enfermedad he aprendido a sobre todo gestionar mis emociones y empoderarme de ellas. Cuando te enfrentas a este tipo de enfermedades crónicas el miedo, la esperanza, la tristeza y cualquier otra emoción que se os ocurra, recorren tu cuerpo y solo hay manera de qué no limiten tu vida diaria: la regulación emocional. 

Ahora, y tras mucho trabajo personal, me encuentro muy orgulloso de tener VIH y de poder empoderar a las personas. Si pudiera volver a nacer, volvería a nacer con este virus que lo considero el mayor “don” que mi madre me pudo dejar para defender su legado y las otras tantas vidas que no pudieron tener voz en esta lucha social. 

 

¿Crees que existen muchos bulos y mitos relacionados con el VIH?

Si, definitivamente, incluso en el ámbito sanitario. No es raro escuchar a personas confundiendo todavía VIH y SIDA cuando son dos conceptos muy diferentes. Es por ese motivo que creo que la educación y la psicoeducación en todos y cada uno de los ámbitos es primordial, pero, sobre todo, haciendo hincapié en el colectivo sanitario para que en el caso de que un paciente llegue con dudas estas puedan ser resueltas. 

Iván Garrido en FFPaciente

¿Te has sentido estigmatizado alguna vez por tener VIH?

Creo que justamente al revés. Tener VIH me ha abierto muchas puertas (tanto internas, como externas). El truco está en mostrar calma y seguridad. Así la gente es lo que percibe desde el otro lado son las mismas sensaciones. Además, desde el punto de vista de paciente, también debemos ser personas empáticas con la persona que tenemos enfrente y dejar que haga su duelo por la noticia. Como todo en la vida, hay que mirarlo desde muchas perspectivas. 

 

¿Qué recursos recomendarías a alguien al que le acaban de diagnosticar de VIH?

Hay numerosas asociaciones de pacientes con VIH distribuidas por el territorio nacional. Además, ahora, con el boom de las nuevas tecnologías en tan solo un click puedes encontrar ayuda adaptada a tus necesidades. No es de valientes pedir ayuda, sino que es necesario en ocasiones para poder seguir siéndolo. Ahí está la diferencia. 

 

¿Crees beneficioso compartir experiencias de salud?

Si, por supuesto. Los referentes son precisamente personas que comparten su historia y, por el motivo que sea, te sientes identificados con ellos. Es por ello que las enfermedades crónicas necesitan que demos un paso al frente y poder mostrar a la sociedad que hay más personas conviviendo con ellas y que seguramente esas mismas personas han tenido o tienen la mismas preguntas, dudas y miedos que tú. 

 

¿Qué mensaje querrías lanzar a la gente que lea esta entrevista? 

Empodérate pensando que eras la misma persona que antes de qué la patología llegara a tu vida. Lucha por ti, por nadie más y recuerda que toda cicatriz es bella si la sabes bañar en oro. 

 

¿Hay algo que no hayas dicho aún y estés deseando contarnos? 

El 26 de octubre de 2022 publiqué mi primero libro “La Belleza de las Cicatrices” de la editorial La Esfera de Los Libros. En este libro narro como he podido ser paciente, pero ayudar a otras personas, a empoderarse y ser pacientes más fuertes, únicos y valiosos que antes. 

 

La Asociación FFPaciente no se hace responsable de las opiniones personales expresadas por los entrevistados. El testimonio del paciente es individual e intransferible.

Si deseas conocer otros testimonios de personas que conviven con el VIH, no te puedes perder esto.

La entrada Iván Garrido, persona con VIH de nacimiento, en FFPaciente. se publicó primero en Asociación #FFPaciente.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *