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Guía práctica: Administración de medicamentos en pacientes que no pueden tragar comprimidos o cápsulas

Tabla de contenidos

Introducción

Los problemas de deglución (disfagia) son frecuentes, especialmente en personas mayores y pacientes con ciertas patologías neurológicas (ictus, Parkinson, demencias, etc.). Se estima que entre un 11–14% de los adultos mayores y hasta 36% de los residentes en centros sociosanitarios presentan dificultades para tragar píldoras . En estos pacientes, es habitual tener que adaptar la forma de administrar los fármacos. Una práctica común es triturar comprimidos o abrir cápsulas y mezclarlos con alimento blando o disolverlos para administrarlos por sonda. Sin embargo, si esto se hace de forma inadecuada puede alterar la dosis realmente recibida, modificar la farmacocinética del fármaco, comprometer la eficacia del tratamiento e incluso la seguridad del paciente. También aumenta el riesgo de errores de medicación: la literatura señala que las administraciones erróneas son más frecuentes en pacientes con disfagia cuando no se siguen protocolos apropiados. Por todo ello, es fundamental seguir recomendaciones basadas en la evidencia y en guías oficiales para manipular medicamentos con seguridad.

En España, organismos como la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) han elaborado guías específicas para la administración de medicamentos en pacientes con problemas de deglución . Asimismo, algunas comunidades autónomas (p. ej., Madrid) y el Ministerio de Sanidad han publicado protocolos de uso seguro del medicamento en pacientes institucionalizados con disfagia, poniendo énfasis en la necesidad de un plan individualizado y en medidas para reducir errores. A nivel internacional, entidades como la FDA o la OMS coinciden en priorizar formulaciones alternativas (líquidas, parches, etc.) y en consultar siempre la ficha técnica del medicamento antes de triturarlo, ya que muchos prospectos indican claramente si un comprimido se puede o no se debe triturar y cómo proceder en caso de pacientes con sondas o que no pueden tragar. A continuación, se detallan recomendaciones prácticas basadas en estas fuentes oficiales y en estudios recientes, para guiar al personal de enfermería en la correcta administración de fármacos cuando el paciente no puede deglutir formas sólidas orales.

¿Cuándo se puede triturar un medicamento y cuándo está contraindicado?

En términos generales, triturar o manipular un medicamento oral (comprimido, cápsula) debe ser la última opción, solo cuando el paciente no pueda tragarlo entero y no existan formas farmacéuticas alternativas más adecuadas . Antes de triturar, se debe confirmar que el fármaco no pertenece a ninguna categoría de “No triturar”, ya que algunas presentaciones están diseñadas específicamente para NO ser alteradas. Según las guías oficiales españolas, no se deben manipular bajo ningún concepto las siguientes formas farmacéuticas:

  • Formas de liberación controlada, prolongada o sostenida (p. ej. comprimidos retard, CR, XL, sistemas osmóticos tipo OROS): Están diseñadas para liberar el principio activo de forma gradual. Si se trituran, se rompe el mecanismo de liberación y el fármaco se libera de golpe, lo que puede provocar picos tóxicos iniciales y posteriormente periodos sin efecto terapéutico. Ejemplo: Trankimazin Retard® (alprazolam de liberación prolongada) no debe triturarse; en su lugar se debe emplear alprazolam de liberación inmediata (comprimidos normales o gotas) ajustando la dosis y frecuencia.
  • Formas con cubierta entérica (gastroresistentes): Tienen un recubrimiento especial para que el fármaco pase intacto el ambiente ácido del estómago y se libere en el intestino, o para proteger la mucosa gástrica. Al triturarlas, se pierde esa protección, pudiendo inactivarse el medicamento en el estómago o irritar la mucosa gastrointestinal. Ejemplo: Adiro® (ácido acetilsalicílico con cubierta entérica) no debe triturarse; si el paciente no puede tragarlo, habría que utilizar una presentación alternativa de AAS no entérica u otro antiagregante, según criterio médico. Otro ejemplo es alendronato (Fosamax®): triturarlo aumenta el riesgo de lesión esofágica grave.
  • Grageas o comprimidos recubiertos con película: Estos recubrimientos pueden existir para enmascarar sabores amargos, mejorar la estabilidad o disminuir la irritación gástrica. En principio no se deben triturar, salvo que se confirme que el recubrimiento es solo por sabor y el paciente lo (muchos pacientes rechazan el fármaco triturado por su sabor desagradable) . Ejemplo: Amitriptilina con recubrimiento pelicular (Tryptizol®) no debe triturarse por estabilidad y sabor; se preferirá buscar una solución oral o cambiar de antidepresivo si es necesario.
  • Comprimidos sublinguales o bucodispersables: Aunque la disfagia no afecta a la vía sublingual/bucal, tampoco deben triturarse ni tragarse directamente. Están formulados para disolverse bajo la lengua o en la boca y así el fármaco se absorbe a través de la mucosa oral para un efecto rápido . Si se trituran o se diluyen y se ingieren, pierden esa ventaja farmacocinética e incluso pueden resultar menos eficaces. Ejemplo: La buprenorfina sublingual (Buprex®) debe administrarse bajo la lengua; no se puede triturar ni disolver para tragar, porque se anularía su vía de absorción.
  • Cápsulas de gelatina blanda: Contienen el fármaco en forma líquida o semisólida en su interior. No se recomienda abrirlas; al extraer el contenido manualmente, es difícil asegurar que se administra toda la dosis y puede comprometerse la estabilidad del medicamento. Ejemplo: Rocaltrol® cápsulas (calcitriol en cápsula blanda) no debe abrirse; habría que consultar si existe una forma de gota oral o un análogo que sí se pueda administrar de otra manera.
  • Cápsulas con microgránulos o pellets: Muchas cápsulas gastroresistentes o de liberación modificada contienen pequeñas esferas o gránulos en su interior. No se deben triturar esos microgránulos, ya que se rompería su cubierta individual. En algunos casos es posible abrir la cápsula y dispersar los gránulos en agua o en un vehículo adecuado (puré, compota) para ingerirlos sin masticar . Pero hay que verificar caso por caso si esa práctica es segura. Ejemplo: Las cápsulas de omeprazol contienen gránulos gastroresistentes; puede abrirse la cápsula y mezclar los gránulos con un poco de agua o puré de manzana, administrándolos inmediatamente sin masticar (no usar sondas muy finas de PVC porque los gránulos podrían obstruirlas). De hecho, a veces se prefiere cambiar a lansoprazol ODT (forma bucodispersable) en pacientes con disfagia, para evitar manipular los gránulos.
  • Formas efervescentes o dispersables: No es necesario triturarlas, ya que están diseñadas para disolverse rápidamente en agua. Triturarlas podría hacer que pierdan su efervescencia o liberación adecuada. La recomendación es simplemente disolverlas en la cantidad de agua indicada y administrarlas tras la efervescencia completa. Ejemplo: Un comprimido efervescente de acetilcisteína (Fluimucil Forte®) debe disolverse en ~20 ml de agua hasta que cese la efervescencia, nunca triturarse en seco.
  • Medicamentos de estrecho margen terapéutico: Aunque sean formas inmediatas, se tiene precaución extra si se van a triturar, porque pequeñas variaciones en la absorción pueden tener impacto clínico. Si es posible, se evitan manipulaciones en fármacos como digoxina, fenitoína, teofilina, litio, warfarina, etc., a menos que la ficha técnica lo avale y se pueda monitorizar estrechamente. Ejemplo: Sintrom® (acenocumarol) es un comprimido que se podría triturar solo en caso imprescindible**, pero puede alterar la biodisponibilidad; si se hace, el protocolo indica controlar el INR con mayor frecuencia.
  • Medicamentos peligrosos o citotóxicos: Bajo ninguna circunstancia personal no entrenado debe triturar fármacos considerados de alto riesgo por toxicidad (quimioterápicos, hormonas, inmunosupresores) debido al peligro de exposición para quien manipula y para el paciente. Estos medicamentos requieren medidas especiales (cabina de seguridad, equipo de protección personal) para ser triturados, o idealmente emplear formas alternativas. Ejemplo: Azatioprina (Imurel®), un citostático inmunosupresor, no debe triturarse ni partirse fuera de una farmacia; por seguridad, se debe consultar con farmacia para obtener, si existe, una formulación líquida o ajustar la vía de administración . Otro ejemplo es el finasteride: sus comprimidos no deben partirse ni triturarse en contacto con la piel de mujeres gestantes por riesgo de absorción del principio activo.

¿Qué medicamentos sí se pueden triturar? En general, aquellos comprimidos simples, de liberación inmediata y sin recubrimientos especiales son candidatos a poder ser triturados (o pulverizados) de forma segura . Por ejemplo, comprimidos estándar de paracetamol, furosemida, levodopa+carbidopa de liberación inmediata, etc., se pueden triturar y administrar inmediatamente con agua o mezclados en un poco de alimento blando. No obstante, siempre hay que confirmar caso por caso revisando la ficha técnica o guías acreditadas antes de triturar un fármaco. Muchos prospectos incluyen secciones de “Modo de administración” donde indican si el comprimido puede triturarse o disolverse en agua. Por ejemplo, la ficha técnica de apixabán (Eliquis®) especifica que sus comprimidos recubiertos sí pueden triturarse y suspenderse en agua, jugo o compota para administrarlos por vía oral o por sonda nasogástrica, siendo estables hasta 4 horas tras la disolución. Esta información oficial es muy útil para el personal de enfermería, ya que indica de forma clara cuándo es seguro triturar un medicamento y cómo hacerlo (volumen de agua recomendado, vehículos adecuados, etc.). En ausencia de información explícita, o ante cualquier duda, se debe consultar al farmacéutico antes de proceder.

Alternativas farmacéuticas y cómo encontrarlas

La mejor estrategia ante un paciente que no puede tragar comprimidos es cambiar la forma farmacéutica o vía de administración, evitando tener que manipular el medicamento. Actualmente existe una gran variedad de presentaciones pensadas para personas con disfagia o niños, que facilitan la administración. Algunas alternativas a considerar incluyen :

  • Formas orales líquidas: soluciones orales, jarabes, suspensiones, gotas bebibles. Por ejemplo, la digoxina tiene el elixir pediátrico; muchos psicofármacos (haloperidol, risperidona, diazepam, etc.) vienen en gotas; existen antibióticos en suspensión; opiáceos líquidos (morfina oral, tramadol gotas) para analgesia, etc. Siempre que exista una formulación líquida comercial, suele ser la opción preferente en pacientes con sonda o disfagia. Cómo buscar: Consultar la base de datos de la AEMPS (CIMA) o vademécum para ver si el principio activo tiene presentación en jarabe, solución o goteros. También se puede pedir al farmacéutico del hospital/centro que lo verifique. En España, la Agencia de Medicamentos (AEMPS) tiene un buscador público de medicamentos donde filtrando por principio activo se listan todas las formas disponibles.
  • Comprimidos bucodispersables (ODT) o liofilizados orales: Son comprimidos diseñados para deshacerse rápidamente en la boca con la saliva. Pueden ser muy útiles en pacientes que no tragan bien líquidos (se disuelven en segundos sobre la lengua). Por ejemplo, lansoprazol Flas (bucodispersable) como alternativa a omeprazol , risperidona Flas, loperamida Imodium Flas, ondansetrón Zydis®, etc. Si están disponibles, se consideran de elección porque evitan la manipulación adicional. Cómo buscarlas: En la denominación del medicamento suelen incluir términos como “Flas”, “ODT” o “bucodispersable”. El farmacéutico puede recomendar marcas o genéricos con esta característica en la guía farmacoterapéutica.
  • Comprimidos masticables: Algunos medicamentos (ej. antiácidos como almagato, vitaminas, enzimas digestivas, etc.) vienen en forma masticable. Si el paciente puede masticar de forma segura, esta vía evita la deglución de un comprimido entero. Ejemplo: El antiácido Almax® masticable no necesita tragarlo entero; se mastica y disuelve en la boca . Nota: No confundir con bucodispersables; los masticables requieren cierto control de la deglución, por lo que solo son útiles en pacientes que pueden manejar el bolo en la boca.
  • Formas efervescentes o sobres granulados para disolver: Muchos analgésicos, suplementos y otros fármacos existen como comprimidos efervescentes o en sobres de polvo para reconstituir en agua (p. ej., paracetamol efervescente, sobres de metformina, suplementos de fibra, etc. ). Estas presentaciones, una vez disueltas, crean una solución/suspensión fácil de tragar o pasar por sonda. Son preferibles a triturar un comprimido convencional. Cómo buscar: Revisar si el medicamento tiene una versión “EFG granulada” o efervescente en ficha técnica. Por ejemplo, la metformina tiene presentaciones en sobres (Dianben® sobre) que se pueden dispersar en agua o puré, evitando tener que triturar los comprimidos de metformina normales.

Vías alternativas (rectal, transdérmica, subcutánea, etc.): En algunos casos, se puede optar por cambiar la vía de administración del fármaco:

  • Vía rectal (supositorios o enemas): útil para analgésicos (supositorios de metamizol, diclofenaco), antieméticos (supositorios de metoclopramida), sedantes o anticonvulsivantes (diazepam rectal en crises), o fármacos para espasmos (buscapina® supositorios, alternativa a butilescopolamina oral que no se puede triturar ). Siempre hay que confirmar disponibilidad y absorción adecuada por esta vía.
  • Vía transdérmica: parches de fármacos sistémicos (opioides como fentanilo o buprenorfina, parches de nitroglicerina, rivastigmina para demencia, etc.) pueden sustituir comprimidos. Por ejemplo, en dolor crónico, un parche de fentanilo evita la necesidad de opioides orales. En Parkinson, existe rotigotina en parche como alternativa a comprimidos orales.
  • Formas sublinguales/bucales: ya mencionadas, no implican tragar; p. ej., nitroglicerina sublingual para angina (en lugar de comprimidos orales), lorazepam sublingual para crisis de ansiedad, etc.
  • Vía subcutánea o intramuscular: En contexto hospitalario o paliativo, a veces se reemplazan orales por inyectables SC/IM (ej. morfina SC en lugar de oral si disfagia, heparina SC en lugar de anticoagulante oral difícil de administrar, etc.).
  • Formulación magistral: Si ninguna presentación comercial sirve, cabría la opción de solicitar al Servicio de Farmacia la elaboración de una fórmula magistral (por ejemplo, jarabes o suspensiones extemporáneas) adecuadas al paciente. Esto requiere estabilidad del fármaco en solución y una prescripción específica, pero es un recurso válido para principios activos que no tienen equivalentes comerciales líquidos (frecuente en pediatría, y aplicable en adultos con disfagia).

¿Cómo proceder para encontrar alternativas? El personal de enfermería debería, ante la orden de medicación de un fármaco que el paciente no puede tragar, comunicarlo al médico y farmacéutico para valorar alternativas. Las guías recomiendan un algoritmo de decisión donde primero se busca si existe una forma farmacéutica más adecuada (líquida, dispersable, parche, supositorio, etc.) . Solo si no la hay se plantea triturar o manipular. Muchas guías de hospitales incluyen listas de equivalencias (p. ej., si el médico prescribe un medicamento no apto para triturar, se sugiere otro de la misma clase terapéutica que sí tenga forma apta para disfagia). Ejemplo: En diabéticos, la gliclazida de liberación modificada no se debe triturar, por lo que una guía propone sustituirla por glimepirida (que sí se puede triturar) manteniendo una dosis equivalente. Otra guía sugiere que si un paciente tiene carduran neo (doxazosina de liberación prolongada, no triturable), se cambie a doxazosina normal de 4 mg (comprimidos inmediatos) que sí se pueden partir/triturar. Este tipo de recomendaciones específicas se basan en la disponibilidad del mercado español y es importante consultarlas (por ejemplo, protocolos de farmacia del hospital o publicaciones de SEFH con listados de medicamentos y alternativas). En resumen, buscar alternativas farmacéuticas es un trabajo conjunto de médicos, farmacéuticos y enfermería, y siempre que sea posible hay que priorizar dichas alternativas antes de alterar una forma de dosificación.

Lista de medicamentos que pueden o no triturarse (criterios y ejemplos)

Medicamentos que no deben triturarse

A continuación se resumen criterios claros para determinar qué medicamentos no deben triturarse, junto con ejemplos y alternativas. Esta lista combina recomendaciones de la SEFH y guías internacionales (como la “Do Not Crush List” del ISMP):

  • Liberación prolongada (XL, Retard, CR, MR) – No triturar nunca. Riesgo: liberación súbita del fármaco (toxicidad inicial) y posterior falta de efecto . Ejemplos: Venlafaxina retard, Diclofenaco Retard, Nifedipino OROS (Adalat OROS®), Morfina de liberación sostenida (MST®). Alternativa: usar forma de liberación inmediata ajustando la pauta (p. ej., cambiar MST® por solución oral de morfina cada 4 horas)
  • Recubrimiento entérico (gastroresistente) – No triturar. Riesgo: degradación del activo en estómago o daño gastrointestinal. Ejemplos: Omeprazol (cápsulas de microgránulos gastroresistentes), Aspirina (Adiro®), Diclofenaco entero, Pantoprazol. Alternativa: Formas de liberación entérica alternativas (p. ej. esomeprazol en sobres gastroresistentes) o vía IV si procede; considerar fármaco distinto sin requerimiento entérico.
  • Comprimidos recubiertos (grageas, película) – Evitar triturar salvo último recurso. Riesgo: mal sabor, irritación gástrica, inestabilidad . Ejemplos: Quetiapina 300 mg (recubierta), Sales ferrosas recubiertas. Alternativa: Buscar presentación líquida o comprimidos sin recubrir de dosificación menor (partibles) si es viable.
  • Sublinguales/Bucodispersables – No triturar ni tragar enteros. Riesgo: pérdida de eficacia (no absorción correcta) . Ejemplos: Nitroglicerina sublingual, Lorazepam sublingual, Risperidona bucodispersable. Alternativa: Administrar por la vía prevista (colocar bajo lengua). Si el paciente no colabora, considerar vía alternativa (p. ej. lorazepam IM).
  • Cápsulas gelatina blanda – No abrir (no triturar). Riesgo: dosificación incompleta, inactivación . Ejemplos: Vitamina D (Aceite de colecalciferol en cápsulas), Suplementos vitamínicos en cápsula blanda. Alternativa: gota oral o ampolla bebible de vitamina D, etc.
  • Cápsulas con microgránulos – No triturar los gránulos internos. Se puede abrir la cápsula y verter los gránulos en agua o alimento blando siempre que no se muerdan y se traguen enteros. Ejemplos: Omeprazol, Duloxetina, Galantamina cápsulas. Alternativa: Formas dispersables (algunos IBP tienen sobres), cambio a comprimidos inmediatos equivalentes (p. ej. cambiar duloxetina cápsula por otro antidepresivo líquido).
  • Comprimidos efervescentes o disolución rápida – No triturar. Riesgo: inutilidad de la forma (están para disolver) 22. Ejemplo: Potasio cloruro efervescente (Boi-K®) se disuelve en agua, no se tritura 22. Alternativa: n/a – solo disolver según instrucciones.
  • Comprimidos muy duros (masticables) – No es necesario triturarlos; se deben masticar o disolver en la boca tal como indica el prospecto . Ejemplo: Comprimidos masticables de enzimas pancreáticas.
  • Citotóxicos / Hormonas / Teratógenos – No triturar (peligro para quien manipula). Ejemplos: Metotrexato, ciclofosfamida, finasterida, hormonas tiroideas en dosis altas. Alternativa: Consulta a Farmacia: usar formulación líquida lista (ej. levotiroxina solución oral en lugar de comprimidos) o extremar medidas de protección (guantes, mascarilla, sistema cerrado).
  • Fármacos de margen estrecho – Evitar triturar a menos que esté muy justificado. Ejemplos: Fenitoína, Digoxina, Litio. Observación: Si no hay más remedio, administrar siempre por separado, monitorizar niveles/plasma o efecto clínico más de cerca.

Medicamentos que pueden triturarse o alternativas en caso de que no se pueda

Por otro lado, medicamentos que típicamente sí se pueden triturar incluyen: analgésicos simples (paracetamol, metamizol en comprimido estándar), antieméticos como ondansetrón (que incluso se puede triturar y mezclar con puré si no se dispone del Zydis®) 43, betabloqueantes como atenolol 44, diuréticos como furosemida, antibióticos como amoxicilina (los comprimidos dispersables de amoxicilina se deshacen en agua fácilmente), etc. 

  • Clopidogrel 75 mg comprimido ¿Se puede triturar? Sí, con precaución. Recomendación/alternativa: Triturar y mezclar con alimento blando para administrar. 
  • Digoxina 0,25 mg comprimido. ¿Se puede triturar? Último recurso. Recomendación/alternativa: Preferible usar solución oral pediátrica; si no, triturar y mezclar con alimento, controlando efecto 
  • Carduran Neo 4 mg (doxazosina XR). ¿Se puede triturar? No. Recomendación/alternativa: No triturar (lib. prolongada). Sustituir por doxazosina 4 mg normal (comprimido inmediato), que sí se puede triturar.
  • Manidon Retard® (verapamilo 120/240 mg XR). ¿Se puede triturar? No. Recomendación/alternativa No triturar. Sustituir por verapamilo 80 mg comprimidos (liberación inmediata) y ajustar dosis. 
  • Morfina sulfato Retard (MST®). ¿Se puede triturar? No. Recomendación/alternativa: No triturar (riesgo de sobredosis). Usar Morfina líquida (Oramorph® solución 2 mg/ml o 20 mg/ml) ajustando la pauta. 
  • Metformina 850 mg comprimido. ¿Se puede triturar? Sí, pero mejor alternativa. Recomendación/alternativa: Existe Metformina en sobres (Dianben®) que se disuelven en agua; si no disponible, triturar comprimido y mezclar con puré.
  • Gliclazida 30 mg (MR). ¿Se puede triturar? No. Recomendación /alternativa: No triturar (lib. modificada). Cambiar a glimepirida comprimidos (dosis equivalente) que sí pueden triturarse.
  • Butilescopolamina (Buscapina® comp.). ¿Se puede triturar? No. Recomendación /alternativa: No triturar (recubierto). Usar butilescopolamina supositorios como alternativa.
  • Omeprazol cápsulas. ¿Se puede triturar? No triturar gránulos. Recomendación /alternativa: Abrir la cápsula y dispersar los microgránulos en agua; administrar sin masticar. Alternativa: usar lansoprazol ODT. 
  • Fenitoína 100 mg cápsulas. ¿Se puede triturar? No. Recomendación /alternativa: No triturar (alteraciones en absorción). Usar suspensión oral de fenitoína (si disponible) o vía IV si imprescindible .
  • Alprazolam 1 mg comprimido. ¿Se puede triturar? Sí. Recomendación /alternativa: (Liberación inmediata, sin recubrimiento). Desleír en agua y administrar inmediatamente. Existe también alprazolam en gotas orales. 
  • Haloperidol 1,5 mg comprimido. ¿Se puede triturar? Sí, pero mejor en gotas. Recomendación /alternativa: (Comprimido simple). Se puede triturar y mezclar en puré, pero se prefiere haloperidol en gotas para mayor precisión.  

Nota: La tabla anterior es orientativa; siempre consulte fuentes actualizadas. Existen listados extensos (“listas de no triturar”) disponibles en hospitales y publicaciones, que conviene tener a mano. Cada país/ organismo actualiza sus recomendaciones conforme aparecen nuevos fármacos; por ejemplo, el ISMP (Institute for Safe Medication Practices) mantiene listados internacionales de formas orales que no deben triturarse, y algunas guías en español (SEFH, etc.) se basan en ellos y en las fichas técnicas. 

Incompatibilidades y errores frecuentes al triturar o mezclar medicamentos 

Al manipular medicamentos es fácil incurrir en errores de técnica o de compatibilidad que reduzcan la eficacia del tratamiento o causen problemas añadidos. Algunos de los errores frecuentes son: 

  • Mezclar varios fármacos triturados juntos: Es una práctica desaconsejada. Triturar diferentes medicamentos en el mismo mortero o contenedor “a la vez” puede provocar interacciones físico-químicas entre ellos (precipitación, inactivación) y dificulta asegurar que cada principio activo se administre en su totalidad . Recomendación: Triturar y administrar cada medicamento por separado, limpiando el triturador entre uno y otro. No mezclar polvos de distintos fármacos secos, ni tampoco juntas todas las soluciones reconstituidas en la misma jeringa o vaso. Cada fármaco debe suspenderse en su líquido por separado y administrarse uno tras otro, lavando la sonda o dando un sorbo de agua entre ellos para evitar interacciones en el conducto. 
  • Usar vehículos o alimentos inadecuados: No todos los líquidos o comidas son apropiados para mezclar con medicamentos. Por ejemplo, no se deben mezclar fármacos con lácteos o fórmulas alimenticias si el medicamento interacciona con el calcio u otros componentes (caso de algunas quinolonas, tetraciclinas, etc., que forman quelatos y no se absorben). Tampoco conviene emplear zumos cítricos o bebidas carbónicas a menos que la ficha técnica lo permita, ya que el pH ácido o gas puede afectar la estabilidad de algunos fármacos. Las guías suelen recomendar mezclar los polvos triturados con un poco de agua o con alimentos de textura homogénea como puré de manzana, compota, yogur natural o gelatina neutra, que son relativamente neutros y no reaccionan con la mayoría de medicamentos. Ejemplo: La ficha de apixabán permite mezclarlo con puré de manzana o zumo de manzana , mientras que otros medicamentos indican agua como preferencia. Recomendación: Consultar siempre la ficha técnica para ver con qué líquidos o comidas es compatible la administración del fármaco triturado. Si se desconoce, el agua es el diluyente universal más seguro. En pacientes con riesgo de aspiración, se puede utilizar agua espesada con espesante neutro para lograr la textura adecuada, pero hay que saber que algunos espesantes (carboximetilcelulosa, goma xantana) podrían atrapar o disminuir la disponibilidad de ciertos fármacos de baja solubilidad. Por eso, la SEFH sugiere revisar la clasificación Biofarmacéutica (BCS) del fármaco: los de alta solubilidad se absorben bien aunque el líquido esté espesado, pero los de baja solubilidad podrían ver reducida su absorción. En caso de duda, preferir administrarlos con la menor viscosidad posible (por sonda o con agua ligeramente gelificada) y monitorizar el efecto. 
  • No respetar indicaciones de “con/sin alimentos”: Algunos fármacos deben administrarse en ayunas o, por el contrario, con alimentos para mejor absorción o tolerancia. Al triturar y mezclar con un vehículo comestible, estamos introduciendo alimento. Si la ficha técnica dice “administrar en ayunas”, lo correcto sería no mezclar ese fármaco con puré o comidas; en su lugar, se podría mezclar con agua (espesada si necesario) y administrarlo separado de la comida el intervalo indicado (ej. 1 hora antes o 2 horas después de comer). Ejemplo: Levotiroxina sódica debe darse en ayunas; si el paciente no traga comprimidos, se puede triturar y suspender en agua, pero no mezclar con compota ni nutrición enteral, ya que reduce su absorción. También phenytoína tiene interacción con las fórmulas nutricionales por sonda; se recomienda separar su administración de la nutrición enteral y enjuagar la sonda antes y después, pues la alimentación continua reduce sus niveles. Recomendación: Mantener las mismas precauciones de horario/ingesta que con el comprimido intacto: un fármaco que originalmente requería estómago vacío debe seguir administrándose solo con agua; si necesitaba tomarse con comida para evitar irritación, se puede mezclar con un poco de puré o alimento según las texturas permitidas.
  • Problemas de estabilidad: Preparar con demasiada antelación la medicación triturada puede ser problemático. Una vez triturado y mezclado con un líquido o alimento, el fármaco puede degradarse con el tiempo o perder uniformidad. Recomendación: Preparar justo antes de administrarlo. Muchos preparados recomiendan administrar “inmediatamente” tras la trituración/disolución. Algunos antibióticos en suspensión pierden potencia pasadas X horas. También se debe agitar o mezclar bien justo antes de darlo para que no haya sedimentación. 
  • No enjuagar correctamente los utensilios: Un error común es dejar restos de medicamento en el mortero, triturador, jeringa o vaso dosificador. Esto implica que el paciente recibe menos dosis de la recetada. Recomendación: Tras triturar y transferir el fármaco al vehículo (agua/ puré), enjuagar el mortero o triturador con un poco más de líquido y añadirlo a la toma, para arrastrar el remanente de polvo. Igualmente, si se administra en jeringa por sonda, enjuagar la jeringa con agua y pasarla por la sonda para que no queden restos en el cilindro. Cada miligramo cuenta especialmente con medicamentos potentes. 
  • Obstrucciones de sonda: Ciertas combinaciones de medicamentos triturados y nutrientes pueden precipitar y taponear la sonda de alimentación (SNG/PEG). Esto ocurre por ejemplo con medicamentos que gelifican (psyllium, resinas como colestiramina) o con fórmulas que interactúan. También polvos mal disueltos pueden sedimentar en luces finas. Recomendación: Triturar muy fino, diluir suficientemente (10–30 ml de agua tibia por fármaco) y lavar la sonda con agua antes y después de cada medicación. Si la sonda es muy delgada (calibre pequeño), tener especial cuidado con gránulos que no se disuelven (ej. microgránulos de liberación retardada). En algunos casos se sugiere cambiar a sonda de silicona de mayor calibre si el paciente requiere múltiples medicaciones por sonda. Además, nunca mezclar medicamentos espesos (como sucralfato) con otros en la sonda, porque puede crear un “tapón”. Si una sonda se obstruye, existen protocolos (lavados con agua tibia, enzimas pancreáticas, etc.) pero lo ideal es prevenirlo. 

En resumen, los errores más frecuentes son mezclas inadecuadas, falta de enjuague, uso de vehículos incorrectos y triturar fármacos contraindicados. Estos errores pueden llevar a que el residente no reciba la medicación ni la dosis adecuada , o sufra reacciones adversas inesperadas. Siempre se debe pensar: ¿estoy modificando la forma de este medicamento de forma segura? ¿Estoy respetando las recomendaciones de administración? Una práctica segura es documentar en la hoja de tratamiento cómo se le debe dar cada medicación al paciente con disfagia (por ejemplo: “enalapril 5 mg – triturar y dispersar en 20 ml de agua, administrar por jeringa vía oral, aclarar después”; “ácido acetilsalicílico 100 mg – NO triturar, cambiar a preparación soluble 100 mg”). De esta forma, todo el equipo asistencial sigue el mismo procedimiento y se evitan improvisaciones o errores. 

Procedimiento correcto para triturar y administrar medicamentos 

Cuando se ha verificado que un medicamento se puede triturar, o no queda otra alternativa, es importante seguir un protocolo estricto de preparación y administración. A continuación se describe el proceso recomendado paso a paso, integrando las mejores prácticas de higiene y seguridad: 

  • Preparación del entorno y material: Lávese las manos y póngase guantes (especialmente si el fármaco puede irritar la piel o es potencialmente peligroso). Reúna el material: triturador de pastillas o mortero limpio, papel o plástico flexible (tipo papel parafinado o bolsita) para contener el polvo si se requiere, una jeringa y vaso dosificador, agua u otro vehículo autorizado, y utensilios para administración (cuchara, jeringa para sonda, etc.). Si va a administrar por sonda, compruebe previamente la correcta posición y permeabilidad de la sonda.
  • Identificación del medicamento: Verifique la orden médica y el nombre/dosis del medicamento a administrar. Asegúrese de tener el fármaco correcto. En pacientes polimedicados, triture de uno en uno identificando cada medicamento antes de manipularlo (por ejemplo, triturar primero el comprimido A, administrarlo, luego el B, etc., evitando confusiones).
  • Triturado adecuado: Coloque el comprimido individualmente en el triturador o mortero. Triture hasta obtener un polvo fino y homogéneo, sin trozos visibles 62 . Si usa mortero, puede ayudar envolver el comprimido en un papel suave (tipo papel seda o de prescripción) y machacar dentro, para minimizar pérdida de partículas y facilitar el vertido 62 . En caso de cápsulas duras, ábrala con cuidado y vierta el contenido (pellets o polvo) sin perder nada; no muela pellets a menos que esté indicado. Importante: No triture varios comprimidos juntos, haga cada uno por separado 55 , a menos que las pastillas sean del mismo medicamento y dosis (ej. 2 comprimidos de paracetamol a la vez está permitido). Si la pastilla es muy dura, asegúrese de que el triturador esté en buen estado para pulverizarla completamente (algunos comprimidos como el carbonato cálcico masticable son difíciles de pulverizar; en estos casos es mejor pedir una forma alternativa).
  • Disolución/mezcla: Tome el polvo obtenido y mézclelo en un recipiente limpio con el vehículo adecuado. Por lo general, use de 15 a 30 ml de agua para disolver o suspender el polvo de un comprimido estándar 63. Remueva con una cucharilla hasta que no queden grumos (puede tardar unos minutos; si es posible, usar agua tibia acelera la disolución). Si el paciente no puede tomar tanto volumen o si el sabor es un problema, se puede mezclar el polvo con una pequeña cantidad de puré, compota, yogur o bebida espesa para administrar, pero solo si se sabe que el fármaco es estable y compatible con ese alimento 65. Evite mezclar con grandes volúmenes de alimento para asegurar que el paciente ingiere toda la dosis; es preferible 1-2 cucharadas de compota que un plato entero. Para sonda, no mezcle con preparaciones nutricionales; utilice agua (o agua con espesante neutro si es necesario), ya que las fórmulas enterales pueden interaccionar. 
  • Administración oral: Si el paciente puede beber o comer por boca con precauciones, administre la mezcla resultante inmediatamente tras su preparación 66 . Use una cuchara o vaso dosificador para que tome todo el contenido. Puede aclarar el vaso con un poco más de agua (5-10 ml) y dárselo al paciente para asegurar que traga todo el fármaco residual. Verifique que el paciente está incorporado o con la postura adecuada para deglutir, según las recomendaciones del logopeda (por ejemplo, a veces se sugiere una ligera flexión de cuello hacia adelante al tragar, etc.). No deje la medicación triturada expuesta por mucho tiempo antes de darla, porque algunos principios activos se sedimentan o degradan rápidamente. 
  • Administración por sonda (enteral): Primero, suspenda temporalmente la nutrición enteral (si la hay) unos 15-30 minutos antes y después de la medicación, en aquellos fármacos conocidos por interactuar con los alimentos (ej.: fenitoína, levotiroxina, antibióticos quinolonas) 3 . Luego, compruebe la permeabilidad de la sonda y enjuáguela con 15-30 ml de agua para limpiarla (lavado previo). Administre el fármaco disuelto por la sonda usando una jeringa de al menos 20 ml (para no forzar mucho la presión) 67. Introduzca la solución lentamente pero sin pausas largas, para evitar obstrucciones. Tras administrar el medicamento, vuelva a enjuagar la sonda con otros 15-30 ml de agua para arrastrar restos y mantener la luz limpia 63. Si tiene que administrar varios medicamentos consecutivos, lave la sonda con agua entre uno y otro para que no reaccionen en el interior del tubo, y así también sabrá si la sonda sigue abierta en todo momento 55. Finalmente, reinicie la nutrición enteral (si la había) después del intervalo recomendado. Consejo: De preferencia, utilice agua templada para las diluciones por sonda, ya que ayuda a disolver mejor los polvos y reduce el riesgo de precipitados.
  • Después de la administración: Asegúrese de desechar adecuadamente cualquier sobrante de medicamento (por ejemplo, si quedó algo de mezcla no ingerida, no reutilizarla más tarde). Limpie bien el triturador o mortero inmediatamente, eliminando restos de polvo que puedan contaminar preparaciones posteriores; lo ideal es enjuagarlo bajo el grifo y secarlo con papel desechable. Retire los guantes y lávese las manos. Documente en el registro de enfermería que se administró el fármaco, la vía utilizada (ej. oral en puré o por sonda), y cualquier incidencia (por ejemplo “paciente no tolera el sabor, se administró con yogur con buena aceptación”). Si notó alguna dificultad (tos al tragar, resistencia de la sonda, etc.), comuníquelo para evaluar cambios en la forma de administración. 
  • Precauciones extra con medicamentos peligrosos: Si por necesidad extrema hubiera que triturar un fármaco peligroso (ej. quimioterapia oral, hormonas), se deben usar medidas de protección: cabina de bioseguridad o en su defecto mascarilla de alta eficiencia, guantes desechables, e incluso doble guante o bata si corresponde, para evitar inhalación o contacto dérmico con el polvo. Estas situaciones son excepcionales; siempre es mejor derivar a Farmacia para que preparen formas líquidas o dosificadas seguras (algunas quimioterapias orales se pueden conseguir como soluciones listas para evitar manipulación). 

Siguiendo estos pasos, la enfermería garantiza una administración segura y efectiva de medicamentos en pacientes con dificultades de deglución. Además, reduce el riesgo para el propio personal y cuidadores, ya que muchos olvidan que manipular medicamentos también puede exponerlos a sustancias activas (por ejemplo, el personal que tritura sin protección puede inhalar partículas). Una buena práctica es desarrollar procedimientos normalizados en cada institución, de modo que todos los profesionales actúen de forma homogénea. Esto incluye disponer de listados de medicamentos no triturables, tener trituradores adecuados, instrucciones visibles de cómo administrar por sonda, etc., tal como recomiendan las guías de uso seguro del medicamento en residencias 

Consecuencias clínicas de una mala práctica 

No seguir las recomendaciones anteriores puede tener diversas consecuencias negativas tanto para el paciente como para el proceso terapéutico. Algunas de las posibles consecuencias clínicas de las malas prácticas al triturar o administrar indebidamente son: 

  • Fracaso terapéutico: Si un medicamento se altera de forma que reduce su absorción o disponibilidad, el paciente puede no recibir la dosis efectiva. Por ejemplo, si se trituró un comprimido de liberación retardada y gran parte del fármaco se liberó antes de ser absorbido, los niveles plasmáticos pueden ser subterapéuticos posteriormente . Del mismo modo, mezclar un fármaco con un alimento inapropiado puede inactivarlo (p. ej., antibiótico quinolona con leche) y llevar a que la infección no se trate eficazmente. Estos fallos terapéuticos pueden manifestarse como ausencia de mejoría clínica o incluso empeoramiento de la patología del paciente. 
  • Toxicidad y efectos adversos: La manipulación incorrecta puede causar sobredosis relativas. El ejemplo clásico es liberar de golpe lo que debía liberarse en 12-24 horas . Esto puede provocar concentraciones pico altas asociadas a eventos adversos. Por ejemplo, triturar varios comprimidos de morfina de liberación prolongada (MST) y administrarlos juntos puede inducir depresión respiratoria severa por sobredosis aguda de morfina. Otros casos son más sutiles: algunos recubrimientos protegen al estómago; si se quitan, el fármaco causa irritación, úlceras o esofagitis (ej: alendronato triturado causando lesiones esofágicas). También, ciertos jarabes si se administran por sonda sin diluir pueden dar diarrea osmótica o náuseas. Moraleja: manipular mal un medicamento puede cambiar su perfil de seguridad, aumentando reacciones adversas o toxicidad. 
  • Obstrucción de sondas y complicaciones nutricionales: Si una sonda nasogástrica o de gastrostomía se tapa por restos de medicamentos mal disueltos, el paciente puede quedarse sin vía para alimentarse o medicarse, lo que constituye una urgencia relativa. Las obstrucciones de sonda a veces requieren reemplazar la sonda (procedimiento molesto y no exento de riesgos de aspiración durante el recambio). Además, mientras la sonda está tapada, el paciente no recibe nutrición ni medicación adecuadamente. Este problema es muy frecuente cuando no se respetan las normas de lavado antes y después de administrar cada fármaco. Algunos medicamentos especialmente proclives a obstruir son los suspensos (ej. sucralfato, hidróxido de aluminio), los gránulos no disueltos (omeprazol), o mezclas de medicamentos entre sí que precipitan. La consecuencia puede ser desnutrición, deshidratación o descompensación de enfermedades por la interrupción de tratamientos y alimentación hasta resolver la obstrucción. 
  • Interacciones no deseadas: Al mezclar medicamentos con alimentos inadecuados o con otros fármacos en la misma toma, pueden surgir interacciones que no sucederían si se administraran separados. Esto puede traducirse en disminución de eficacia (ej. la fibra del puré puede adsorber parte de un fármaco) o aumento de toxicidad (ciertos jugos aumentan biodisponibilidad de algunos medicamentos). Un caso conocido es el zumo de pomelo, que no se debe usar para tomar medicamentos a menos que esté indicado, porque inhibe enzimas y puede elevar niveles de muchos fármacos. Error frecuente: pensar que “dar con comida siempre es bueno”. En realidad, depende del fármaco; si la indicación es en ayunas, mezclar con alimentos es contraproducente. Siempre hay que individualizar y seguir las recomendaciones específicas.
  • Complicaciones en el paciente: Además de fallar el tratamiento principal, las malas prácticas pueden ocasionar daño directo al paciente. Por ejemplo, si un comprimido irritante se retiene en la boca o faringe porque se trituró y quedó mal administrado, puede causar mucositis, estomatitis o ulceraciones locales. Si el sabor es extremadamente amargo y se le da sin advertencia, el paciente puede vomitar o rechazar la medicación, perdiéndose la dosis. En pacientes frágiles, un error con medicamentos de margen estrecho (como digoxina o anticoagulantes) puede significar arritmias, sangrados, etc. Por otro lado, la aspiración de medicamentos es un riesgo: si no se tiene cuidado, el paciente disfágico podría aspirar el líquido con la medicación, provocando neumonía por aspiración. Muchos espesantes y texturas modificadas buscan mitigar este riesgo; no seguir las técnicas adecuadas de deglución expone al paciente a esta complicación respiratoria seria. 
  • Riesgos para el personal y cuidadores: Vale la pena reiterar que triturar ciertas pastillas sin protección expone a quien lo hace a fármacos potentes. Ha habido casos de toxicidad en enfermeros por manipular quimioterapia oral, hormonas o incluso antibióticos en polvo sin protección (pudiendo causar reacciones alérgicas). Si se usan métodos caseros (como machacar entre dos cucharas) también hay riesgo de heridas o accidentes con los utensilios, además de mala higiene. 

En conclusión, una mala praxis al triturar o administrar comprimidos puede resultar en falta de eficacia del tratamiento, eventos adversos graves e incluso prolongación de la estancia hospitalaria del paciente. Estudios recientes enfatizan que las técnicas inadecuadas de administración en disfagia conllevan “disminución del beneficio terapéutico, efectos secundarios no deseados y daño serio al paciente”. Por ello, todas las instituciones sanitarias deben formar a su personal y establecer protocolos claros. La enfermería juega un papel crucial: es la última barrera para detectar que un medicamento “no se debe triturar” y para asegurar que, si se tritura, se haga con las garantías necesarias. Aplicando estas recomendaciones basadas en evidencia, podremos ofrecer una atención más segura y eficaz a los pacientes con dificultad para tragar, tanto en España como en cualquier entorno clínico. 

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¿Cómo citar este artículo?

Enfermería Evidente. (2025). Administración de medicamentos en pacientes que no pueden tragar comprimidos o cápsulas. Guía rápida.  Disponible en: https://enfermeriaevidente.com/guia-practica-administracion-de-medicamentos-en-pacientes-que-no-pueden-tragar-comprimidos-o-capsulas/

Referencias 

  1. Guías de práctica y protocolos (SEFH 2021, Ministerio de Sanidad Comunidad de Madrid 2019)
  2. Fichas técnicas de medicamentos (AEMPS-CIMA) 
  3. Estudios y revisiones sobre administración de fármacos en disfagia 
  4. Publicaciones de seguridad del paciente (ISMP, etc.) y listas de “No triturar” 
  5. Artículos de adaptación de formulaciones para disfagia (Farmacia Hospitalaria) 
  6. Crushed Tablet Administration for Patients with Dysphagia and Enteral Feeding: Challenges and Considerations – PMC https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10511598/ 
  7. Recomendaciones de uso seguro del medicamento en centros residenciales de personas mayores y discapacidad de la Comunidad de Madrid; https://gestiona3.madrid.org/bvirtual/BVCM051133.pdf 
  8. sefh.es https://www.sefh.es/bibliotecavirtual/guiadisfagia/Guia_disfagia2021_v4_interac_DEF.pdf 
  9. .:: CIMA ::. FICHA TECNICA ELIQUIS 5 MG COMPRIMIDO RECUBIERTO CON PELICULA https://cima.aemps.es/cima/dochtml/ft/111691014/FT_111691014.html 
  10. centrosaludsardoma.files.wordpress.com https://centrosaludsardoma.files.wordpress.com/2015/03/sendagaiak-v28-n1.pdf 
  11. Adaptación de la guía farmacoterapéutica de un hospital sociosanitario a pacientes con disfagia | Farmacia Hospitalaria https://www.revistafarmaciahospitalaria.es/es-adaptacion-guia-farmacoterapeutica-un-hospital-articulo-S1130634323003112 

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El contenido formativo proporcionado por Enfermería Evidente tiene como finalidad única la formación y el enriquecimiento del razonamiento crítico y las habilidades adaptativas de los profesionales sanitarios, especialmente médicos y enfermeros. Está diseñado para ser una herramienta adicional en la toma de decisiones clínicas basadas en la evidencia científica, pero en ningún caso pretende sustituir, avalar o tutelar la responsabilidad inherente al profesional sanitario en la evaluación individualizada y el tratamiento del paciente. Por lo tanto, la información que ofrecemos no debe ser utilizada como criterio único o fundamental para establecer un diagnóstico o adoptar una pauta terapéutica concreta. Enfermería Evidente rechaza cualquier responsabilidad respecto a daños o perjuicios que puedan surgir de la utilización total o parcial de la información proporcionada.

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