La gastroenteritis aguda (GEA) es una infección del tracto gastrointestinal, que habitualmente presenta diarrea, con o sin fiebre, náuseas y/o vómitos y dolor abdominal. La causa más frecuente en nuestro medio son los virus, especialmente el Rotavirus. Es una consulta habitual es centros de salud y urgencias, por lo que es necesario saber las pautas para evitar la deshidratación de los más pequeños.
Como evitar la deshidratación:
- Lo más importante es aportar líquidos y sales minerales, preferiblemente con sueros de rehidratación oral comercializados. Nunca con bebidas isotónicas, estás al tener mayor concentración de azúcar pueden agravar la diarrea y no aportan las sales minerales necesarias.
- Si el niño vomita, esperar 20-30 minutos para volver a darle líquidos. Se tolera mejor si se toman pequeñas cantidades de suero cada 5-10 minutos. Podemos probar a darle 5 mililitros de suero cada 10 minutos para comprobar que tolera e ir incrementando líquidos o alimentos.
- Si el niño no quiere comer, no es conveniente forzarle, lo más importante es que beba suero de rehidratación oral.
La alimentación deberá estar acorde a la edad del niño. Evitar bebidas y alimentos con alto contenido en azúcares y grasas. No se recomienda ni las dietas restrictivas, ni las astringentes. Los más pequeños que estén con lactancia materna deben continuar tomando pecho y los que tomen lactancia artificial, pueden seguir tomando su leche de fórmula habitual, ofreciendo entre tomas suero de rehidratación.
Como prevenir la transmisión de la GEA:
- Lavarse las manos con agua y jabón, cada vez que el niño vaya al baño o se le cambie el pañal. La higiene de manos es muy importante también, antes de preparar la comida, servirla y consumirla.
- Se recomienda la limpieza de objetos o juguetes de los niños con diarrea.
- Los niños no deberían de ira al colegio/guardería hasta 48 horas después del cese de los síntomas.
- No se deben compartir toallas con personas con gastroenteritis.
Cuando acudir al médico:
- Cuando observe signos de deshidratación como son: el niño está decaído, ojeroso, boca seca, llora sin lágrima u orina poco.
- Incluso después de probar tolerancia, existen vómitos repetidos que impiden la correcta reposición de líquidos.
- Presencia de sangre en las heces.
- Fiebre alta, difícil de controlar.
- Convulsiones, decaimiento importante o dolor abdominal intenso.