¿Cuándo es recomendable el mechado de heridas en la práctica clínica?

Tabla de contenidos

Respuesta rápida: El mechado de heridas es recomendable en la práctica clínica para heridas profundas, con túneles o cavidades, previniendo el cierre superficial prematuro y facilitando el drenaje adecuado. Es especialmente útil en heridas con exudado abundante o riesgo de infección. Esta técnica promueve la curación desde adentro hacia afuera y evita la formación de abscesos secundarios. La elección del mechado debe basarse en una evaluación clínica detallada.

¡Hola, colega sanitario! Hoy vamos a hablar sobre una técnica que probablemente hayas oído y quizás hasta utilizado: el mechado de heridas. Sabemos que la medicina está en constante evolución y es fundamental estar al día con las mejores prácticas. Entonces, ¿cuándo es recomendable el mechado de heridas? ¡Vamos a descubrirlo!


¿Qué es exactamente el mechado de heridas?

El mechado de heridas es una técnica centenaria que ha demostrado ser esencial en el manejo de ciertos tipos de heridas. Pero, ¿qué implica y cómo se realiza? Profundicemos un poco más.

La base del mechado consiste en insertar un material en el interior de la herida, comúnmente un apósito estéril. Esta técnica cumple varios propósitos:

  • Promover el drenaje: Las heridas, especialmente las profundas o con cavidades, pueden acumular exudado. Este líquido, si no se drena adecuadamente, puede ser un caldo de cultivo para bacterias. El mechado ayuda a canalizar y drenar este exudado.

  • Evitar el cierre prematuro: En algunas ocasiones, la superficie de una herida puede cerrarse antes que las capas subyacentes. Esto puede llevar a la formación de bolsas de pus o abscesos. Al mechar, aseguramos que la herida se cure desde el interior hacia el exterior.

  • Combatir infecciones: Algunos materiales de mechado vienen impregnados con sustancias antisépticas, como plata o yodo, que ayudan a mantener el ambiente de la herida limpio y libre de patógenos.

Para ilustrarlo mejor, pensemos en un escenario clínico común: un paciente que se presenta después de una cirugía compleja, tal vez una apendicectomía con complicaciones, y ha desarrollado un absceso postoperatorio. Una vez drenado el absceso, nos encontramos con una herida profunda que comunica con cavidades interiores. Si simplemente cerráramos esta herida o la dejáramos sanar sin más, corremos el riesgo de que se formen nuevamente bolsas de infección. Aquí es donde entra el mechado, actuando como un puente que facilita la curación adecuada, permitiendo que las células regeneradoras migren y cierren la herida de manera uniforme, desde las capas más profundas hasta la superficie.

Este método no solo asegura una curación adecuada sino que también reduce la morbilidad asociada, disminuyendo el tiempo de hospitalización y mejorando la calidad de vida del paciente.

¿En qué situaciones debería considerar el mechado?

El mechado no es una técnica que se aplique en todas las heridas. Su uso se recomienda en situaciones específicas, y comprender cuándo es apropiado puede hacer una diferencia significativa en los resultados clínicos. Vamos a explorar en detalle las circunstancias donde esta técnica resulta esencial:

  1. Heridas profundas o con túneles: Las heridas que tienen una gran profundidad o que presentan túneles internos pueden ser difíciles de curar de manera adecuada. El mechado asegura que todas las áreas de la herida estén en contacto con el material estéril, permitiendo que el proceso de curación se desarrolle de forma uniforme en toda su extensión. Piensa, por ejemplo, en un paciente con una úlcera de decúbito: estas heridas suelen tener cavidades y túneles que se benefician enormemente del mechado.

  2. Riesgo de cierre prematuro: Es fundamental que una herida sane desde adentro hacia afuera. Si la superficie se cierra antes que las capas subyacentes, pueden formarse bolsas de líquido o abscesos que complican la recuperación. El mechado evita este cierre superficial prematuro y garantiza una curación por etapas.

  3. Heridas con exudado elevado: El exudado es un líquido que, aunque natural en la curación, puede ser problemático en grandes cantidades. Puede macerar la piel circundante, retrasar la cicatrización y favorecer la proliferación bacteriana. El mechado absorbe el exceso de exudado y mantiene un ambiente óptimo en la herida.

  4. Presencia o riesgo de infección: Una herida infectada necesita cuidados especiales. Algunos apósitos utilizados para mechar están impregnados con agentes antisépticos, como hemos mencionado anteriormente. Estos apósitos ayudan a combatir las bacterias y a mantener la herida en un estado limpio. Además, el drenaje adecuado que facilita el mechado disminuye el riesgo de acumulación de pus o formación de abscesos.

Para terminar, es esencial que cualquier profesional sanitario valore la herida y las circunstancias del paciente. El mechado, aunque útil, no es la solución para todas las heridas, y su uso debe ser una decisión basada en el conocimiento y la experiencia.

¿Todas las mechas son iguales?

Definitivamente no. Las mechas, al igual que muchos otros insumos médicos, han evolucionado a lo largo de los años para satisfacer las necesidades cambiantes de la atención de heridas. Examinemos las diferencias clave entre las mechas disponibles en el mercado:

Mechas básicas: Son las más simples y consisten en un material estéril absorbente, usualmente algodón o gasa. Se usan principalmente para facilitar el drenaje y evitar el cierre prematuro de la herida. Un ejemplo de una marca reconocida en España que ofrece estas mechas es Cutimed.

Mechas antimicrobianas: Como mencionaste, hay mechas impregnadas con agentes antimicrobianos, como la plata o el yodo. Estas mechas no solo absorben el exudado, sino que también reducen la carga bacteriana en la herida. La plata tiene propiedades antimicrobianas conocidas que previenen el crecimiento bacteriano, mientras que el yodo, en sus diferentes formulaciones, puede actuar contra bacterias, hongos y algunos virus. Aquacel es una marca que ofrece mechas impregnadas con plata, siendo ampliamente reconocida en nuestro país.

Mechas de alginato: Estas mechas están hechas de alginato, un material derivado de las algas marinas. Son altamente absorbentes y se utilizan en heridas con gran cantidad de exudado. Además, al entrar en contacto con el líquido, estas mechas forman un gel que mantiene el ambiente húmedo, ideal para la curación de la herida. UrgoClean es una marca que ofrece este tipo de mechas en España.

Mechas con factor de crecimiento: Algunas mechas más avanzadas pueden estar impregnadas o revestidas con factores de crecimiento que ayudan a estimular y acelerar el proceso de curación natural del cuerpo. Aunque su uso es menos común, están emergiendo en el mercado para casos específicos de heridas crónicas o de difícil cicatrización.

Mechas hidrofílicas: Están diseñadas para atraer y retener líquidos, garantizando que el ambiente de la herida se mantenga húmedo, lo que es esencial para un proceso de curación adecuado. A menudo se utilizan en heridas que no presentan un alto volumen de exudado pero necesitan mantener un ambiente húmedo.

En resumen, el tipo de mecha a elegir dependerá de las características de la herida y de lo que se quiera lograr con el tratamiento. Es crucial que el profesional sanitario esté familiarizado con las diferentes opciones para poder tomar una decisión informada y adecuada para cada situación.

Tipo de Mecha Descripción Cuándo elegir
Mechas básicas Hechas de algodón o gasa estéril. Heridas con necesidad de drenaje básico sin riesgo elevado de infección.
Mechas antimicrobianas Impregnadas con plata o yodo para reducir la carga bacteriana. Heridas con alto riesgo de infección o heridas ya infectadas.
Mechas de alginato Altamente absorbentes, forman un gel al contacto con líquidos. Heridas con gran cantidad de exudado.
Mechas con factor de crecimiento Impregnadas con factores de crecimiento. Heridas crónicas o de difícil cicatrización que requieran estimulación para la curación.
Mechas hidrofílicas Diseñadas para retener líquidos y mantener un ambiente húmedo. Heridas que necesiten mantener un ambiente húmedo pero no tengan un exudado excesivo.

¿Qué ventajas trae a la práctica diaria?

Indudablemente, el mechado de heridas ha demostrado ser una herramienta de gran utilidad en el arsenal de los profesionales sanitarios. Veamos con más detalle las ventajas que aporta en la práctica diaria:

  1. Gestión eficaz del exudado: Las heridas que producen una gran cantidad de exudado pueden beneficiarse del mechado, ya que este absorbe el líquido excesivo y previene la maceración del tejido circundante.

  2. Prevención de complicaciones: Como ya se mencionó, el mechado ayuda a evitar la formación de abscesos secundarios y bolsas de pus, minimizando así la necesidad de intervenciones adicionales o reabrir la herida.

  3. Promoción de la curación desde adentro hacia afuera: Las mechas mantienen la herida abierta, permitiendo que se cure desde las capas más profundas hacia la superficie, reduciendo el riesgo de formación de cavidades o espacios cerrados en la herida.

  4. Ambiente húmedo para la curación: El mechado garantiza un ambiente húmedo en la herida, lo cual es esencial para la migración celular y la regeneración del tejido. Este ambiente favorece la proliferación de las células de la piel y la formación de tejido de granulación.

  5. Reducción del riesgo de infección: Al absorber el exudado y los desechos de la herida, y en el caso de las mechas antimicrobianas, al combatir activamente los microorganismos, se reduce significativamente el riesgo de infección.

  6. Versatilidad en el tratamiento: El mechado puede adaptarse a una variedad de heridas, desde heridas quirúrgicas hasta úlceras crónicas, lo que facilita una atención personalizada y ajustada a las necesidades de cada paciente.

  7. Aumento de la confianza del paciente: La eficacia del mechado, junto con la disminución del dolor y la molestia asociada con la acumulación de exudado, puede mejorar la experiencia general del paciente, generando una mayor confianza en el tratamiento y en el profesional sanitario.

En conclusión, incorporar el mechado en la práctica diaria no solo potencia la curación de las heridas, sino que también mejora la calidad de vida del paciente y optimiza el tiempo y recursos del profesional sanitario.

¿Cómo se realiza correctamente el procedimiento de mechado?

Mechado de heridas, aunque es una técnica tradicional, requiere de habilidad y cuidado. Aquí te proporciono una guía paso a paso para realizarlo de forma efectiva:

  1. Preparación:

    • Lavado de manos: Es esencial comenzar con una higiene adecuada, lavándose las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
    • Reúne todos los materiales necesarios: Esto incluye guantes estériles, solución antiséptica, una pinza esterilizada, la mecha y vendaje o apósito secundario si se necesita.
  2. Evaluación de la herida:

    • Antes de proceder, examina la herida cuidadosamente para determinar su profundidad y si existen túneles o cavidades. También es vital identificar signos de infección.
  3. Limpieza de la herida:

    • Limpia suavemente la herida con la solución antiséptica, asegurándote de eliminar cualquier detrito o exudado.
  4. Inicio del mechado:

    • Moja ligeramente la mecha con solución salina estéril solo si es necesario para facilitar su introducción en la herida.
    • Con la pinza, inserta con cuidado la mecha en la herida, asegurándote de cubrir todas las cavidades o túneles. Deja un pequeño extremo de la mecha fuera para que sea más fácil retirarla más tarde.
    • Es fundamental no sobrellenar la herida con la mecha para evitar la presión excesiva y posibles daños al tejido. Por otro lado, una cantidad insuficiente de mecha puede no ofrecer los beneficios deseados.
  5. Aplicación del apósito secundario:

    • Una vez que la mecha está en su lugar, cubre la herida con un apósito secundario para mantener un ambiente húmedo y protegerla de contaminantes externos.
  6. Monitorización:

    • Es crucial monitorizar la herida con regularidad para asegurarte de que está sanando adecuadamente y cambiar la mecha y el apósito según sea necesario. Dependiendo del tipo de herida y la cantidad de exudado, esto puede ser diariamente o incluso con más frecuencia.
  7. Retiro:

    • Cuando la herida haya avanzado lo suficiente en su proceso de curación, la mecha se puede retirar con cuidado, asegurándose de no causar daño adicional.

Consejo: Durante todo el proceso, es importante ser gentil y tener una buena comunicación con el paciente, informándole sobre lo que estás haciendo y asegurándote de que esté lo más cómodo posible.


Al seguir estos pasos y mantener siempre una higiene óptima, el mechado de heridas puede ser una herramienta excepcional para promover una curación eficaz. Y recuerda, si la herida no mejora o muestra signos de infección, es crucial consultar a un especialista para obtener una orientación adecuada.

¿El Mechado de Heridas es una Técnica Estéril?

El mechado de heridas, como cualquier otro procedimiento relacionado con la atención de heridas, debe ser abordado con un alto grado de asepsia para minimizar el riesgo de infección. En términos técnicos, el proceso del mechado debe seguir protocolos estériles, pero la respuesta a la pregunta tiene matices.

Pasos y Consideraciones Estériles en el Mechado de Heridas:

  1. Preparación del área de trabajo: Es esencial preparar una zona de trabajo limpia y estéril, utilizando paños estériles para colocar los insumos necesarios.
  2. Lavado de manos: Antes de comenzar el proceso, el profesional de salud debe lavar sus manos y usar guantes estériles.
  3. Preparación de la herida: Antes de realizar el mechado, la herida debe limpiarse y desinfectarse adecuadamente para eliminar bacterias y detritos.
  4. Materiales estériles: Las mechas que se utilizan para el mechado deben ser estériles y manejadas con instrumentos estériles o guantes estériles.
  5. Técnica aséptica: Durante el proceso de inserción de la mecha, es fundamental no tocar partes no estériles con la mecha o los instrumentos utilizados para insertarla.

Matices en la Esterilidad: Aunque el proceso debe seguir un protocolo estéril, es importante recordar que la herida en sí misma no es un entorno estéril. La piel circundante y la herida pueden contener bacterias, incluso después de ser limpiadas. Sin embargo, seguir un proceso estéril ayuda a minimizar la introducción de nuevos patógenos y a controlar la carga bacteriana dentro de la herida.

El mechado de heridas es una técnica que, por su naturaleza, requiere seguir protocolos estériles para proteger al paciente de infecciones secundarias. Aunque el entorno de una herida no es completamente estéril, adherirse a protocolos rigurosos garantiza que el riesgo de complicaciones se mantenga al mínimo.

¿Cuáles son los errores comunes y las consecuencias de un mechado inapropiado?

El mechado, a pesar de ser una técnica consolidada, no está exento de posibles errores. Un procedimiento inadecuado puede retrasar la curación e incluso empeorar la herida. Veamos cuáles son los fallos más habituales y sus consecuencias.

  1. Falta de higiene:

    • Error: No lavarse las manos adecuadamente o no usar guantes estériles.
    • Consecuencia: Introduce bacterias y otros patógenos en la herida, aumentando el riesgo de infección.
  2. Uso de mechas no apropiadas:

    • Error: Utilizar mechas no estériles o que no sean las adecuadas para el tipo de herida.
    • Consecuencia: Puede causar irritación, reacciones alérgicas o incluso infecciones.
  3. Introducción excesiva o insuficiente de la mecha:

    • Error: Sobrellenar la herida con mecha o, por el contrario, no usar suficiente.
    • Consecuencia: Un sobrellenado puede ejercer presión excesiva, dañando el tejido circundante. Un mechado insuficiente puede no drenar adecuadamente, aumentando el riesgo de abscesos.
  4. No cambiar la mecha con suficiente frecuencia:

    • Error: Dejar la mecha en la herida durante más tiempo del recomendado.
    • Consecuencia: El exudado se acumula, creando un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano y aumentando el riesgo de infección.
  5. No monitorizar la herida:

    • Error: Descuidar la revisión y seguimiento de la evolución de la herida.
    • Consecuencia: Se pueden pasar por alto signos de complicaciones como infecciones, necrosis o la formación de abscesos.
  6. Retiro brusco de la mecha:

    • Error: Tirar de la mecha con fuerza o sin delicadeza.
    • Consecuencia: Puede dañar el tejido recién formado, prolongando el proceso de curación y causando dolor al paciente.

Consejo: Es esencial estar bien formado y seguir los procedimientos adecuados al realizar un mechado. La educación continua y el respeto por las mejores prácticas pueden prevenir muchos de estos errores comunes.

¿Con qué frecuencia se deben cambiar las mechas en el proceso de mechado?

La regularidad con la que se deben cambiar las mechas es crucial para asegurar una curación efectiva y prevenir complicaciones. Aquí te proporcionamos una guía general sobre la frecuencia de cambio; sin embargo, siempre debes adaptarte a las circunstancias específicas de cada paciente y herida.

  1. Heridas con exudado abundante:

    • Frecuencia recomendada: Al menos una vez al día, o incluso más a menudo si la mecha se satura rápidamente.
    • Razón: Un exudado excesivo puede saturar la mecha rápidamente, lo que reduce su eficacia en el drenaje y aumenta el riesgo de infecciones.
  2. Heridas con riesgo de infección o ya infectadas:

    • Frecuencia recomendada: Una o dos veces al día, dependiendo de la severidad.
    • Razón: Cambiar la mecha con regularidad en estas heridas reduce el riesgo de acumulación de bacterias y mejora la eficacia del drenaje.
  3. Heridas limpias con exudado moderado:

    • Frecuencia recomendada: Cada 24-48 horas.
    • Razón: Estas heridas no requieren cambios tan frecuentes, pero aún es necesario mantener un ambiente húmedo y limpio para la curación.
  4. Heridas limpias con poco o ningún exudado:

    • Frecuencia recomendada: Cada 2-3 días.
    • Razón: Mientras la herida se mantiene limpia y sin signos de infección, los cambios pueden ser menos frecuentes.

Consejo: Aunque estas recomendaciones ofrecen una guía general, es fundamental evaluar la herida con regularidad. Las características y el volumen del exudado, la presencia de signos de infección, y la respuesta de la herida al tratamiento deben guiar la decisión sobre la frecuencia de cambio. Además, siempre sigue las indicaciones del fabricante del producto y las recomendaciones de los protocolos clínicos pertinentes.

¿Qué materiales se recomiendan para el mechado de heridas?

El material utilizado para mechar una herida es esencial para el proceso de curación. Seleccionar el adecuado puede marcar la diferencia en la rapidez y calidad de la recuperación. Aquí detallamos algunos de los más comunes:

  1. Gasa simple:

    • Usos: Heridas con exudado moderado que no presentan signos de infección.
    • Beneficios: Fácil disponibilidad y coste bajo. Absorbe el exudado y mantiene un ambiente húmedo.
  2. Gasa impregnada:

    • Usos: Heridas secas o con poco exudado.
    • Beneficios: No se adhiere a la herida, evita la desecación y facilita los cambios de apósito.
  3. Gasa con alginato:

    • Usos: Heridas con gran cantidad de exudado o heridas sangrantes.
    • Beneficios: Gran capacidad de absorción y ayuda en la coagulación.
  4. Espumas de poliuretano:

    • Usos: Heridas con exudado moderado a alto.
    • Beneficios: Ofrece protección térmica y mecánica a la herida, además de absorber el exudado.

¿Cuándo utilizar un mechado normal o uno antimicrobiano?

La elección entre un mechado normal y uno antimicrobiano depende del estado y las características de la herida:

  1. Mechado normal:

    • Usos: Heridas limpias sin signos evidentes de infección y con un riesgo bajo de contaminación.
    • Motivo: En estas heridas, la principal función del mechado es drenar y mantener un ambiente húmedo para la curación.
  2. Mechado antimicrobiano:

    • Usos: Heridas que presentan signos de infección, tienen un alto riesgo de contaminación o están localizadas en zonas propensas a la infección.
    • Motivo: Los agentes antimicrobianos (como la plata o el yodo) combaten las bacterias y previenen el desarrollo de infecciones, facilitando una curación más rápida y segura.

¿A qué profundidad se introduce la mecha?

La profundidad a la que se introduce la mecha es esencial para el éxito del mechado:

  1. Profundidad completa:

    • Recomendación: La mecha debe alcanzar el fondo de la herida.
    • Motivo: Esto garantiza que todas las cavidades y túneles de la herida sean atendidos, promoviendo la curación desde el interior hacia la superficie.
  2. Evitar la sobresaturación:

    • Recomendación: No llenar la herida completamente con el material de mechado.
    • Motivo: Dejar espacio permite que el exudado sea absorbido eficientemente y facilita la expansión del material a medida que se satura.
  3. Revisión regular:

    • Recomendación: Durante cada cambio, evalúa la profundidad de la herida para ajustar la cantidad y profundidad del material de mechado.
    • Motivo: A medida que la herida comienza a sanar, la profundidad puede disminuir, lo que requiere ajustes en el procedimiento.

¿Qué alternativas hay al mechado de heridas y cuándo elegirlas?

Alternativa Descripción Cuándo elegirlo
Curas en ambiente húmedo Estas curas mantienen la herida en un ambiente húmedo, favoreciendo la cicatrización al reducir la formación de costras. Heridas superficiales con riesgo bajo de infección y sin presencia de túneles o cavidades.
Apósito de hidrogel Estos apósitos contienen grandes cantidades de agua, lo que promueve un ambiente húmedo y ayuda a desbridar el tejido necrótico. Heridas con tejido muerto o seco que necesitan hidratación.
VAC (Terapia de presión negativa) Utiliza una presión negativa para succionar el exudado de la herida, lo que reduce la inflamación y promueve la formación de tejido granuloso. Heridas profundas, heridas postquirúrgicas, úlceras por presión, y heridas con mucho exudado.
Películas de poliuretano Son apósitos finos y transparentes que protegen contra bacterias y mantienen la herida en un ambiente húmedo. Heridas superficiales o como barrera secundaria de protección en heridas más profundas.
Apósito de hidrofibra Es absorbente y mantiene un ambiente húmedo en la herida, facilitando la cicatrización. Heridas con exudado moderado a alto, como úlceras venosas.

La elección del tratamiento depende de la evaluación clínica individual. Un profesional de la salud debe considerar las características de la herida, las necesidades del paciente y los recursos disponibles para determinar el método más adecuado para promover una curación eficiente y efectiva.

¿Cuándo elijo el mechado y en qué indicadores de la herida me fijo?

El mechado es una técnica que ha demostrado ser valiosa en la gestión de ciertas heridas. No obstante, la decisión de utilizarla no debe tomarse a la ligera. Es vital examinar y evaluar la herida a fondo para determinar si el mechado es la opción adecuada. Veamos cuándo es oportuno:

  1. Profundidad y anatomía de la herida:

    • Si la herida es profunda o presenta túneles o cavidades, el mechado puede ayudar a que la herida sane desde el interior hacia fuera, evitando el cierre prematuro de la superficie y dejando cavidades sin sanar por debajo.
  2. Presencia de exudado:

    • Las heridas que presentan mucho drenaje o exudado pueden beneficiarse del mechado, ya que este ayuda a controlar y manejar el fluido, evitando la maceración de los tejidos circundantes.
  3. Riesgo o presencia de infección:

    • Las heridas con signos de infección o con un alto riesgo de infectarse pueden beneficiarse de mechas antimicrobianas que ofrecen una prevención y combate adicional contra los microorganismos.
  4. Evitar la formación de abscesos:

    • Tras procedimientos como drenajes de abscesos, el mechado puede evitar la reformación de colecciones purulentas en el interior.
  5. Promover un ambiente de curación húmedo:

    • La herida necesita un ambiente húmedo para favorecer la migración celular y la cicatrización. El mechado asegura que la herida no se seque prematuramente.

Ante la presencia de estos indicadores, el mechado surge como una excelente opción. No obstante, siempre es crucial que, como profesional de la salud, te sientas cómodo con la técnica y la apliques correctamente para maximizar sus beneficios y minimizar los posibles riesgos.

Impregnación de Mechados: ¿Usar o No Usar Antisépticos?

La impregnación de mechas con antisépticos puede parecer una estrategia prometedora para reducir las infecciones. Sin embargo, el proceso y la elección del producto son cruciales para asegurar la eficacia y seguridad del tratamiento.

  1. ¿Se puede impregnar las mechas con antisépticos? Sí, es posible y se practica en determinadas circunstancias. Los antisépticos pueden ayudar a combatir bacterias y otros microorganismos patógenos, pero es crucial usarlos correctamente para evitar daños en el tejido sano.

  2. Productos comunes para la impregnación:

    • Povidona Yodada (Betadine): Es eficaz contra una amplia gama de patógenos, pero puede ser irritante para algunos pacientes.
    • Clorhexidina: Tiene un espectro de acción amplio y es menos irritante que la povidona yodada.
    • Peróxido de Hidrógeno: Si bien es un potente oxidante, puede ser perjudicial para el tejido sano, por lo que su uso debe ser cauteloso.
  3. Qué tener en cuenta:

    • Sensibilidad del paciente: Siempre es esencial realizar pruebas de alergia o sensibilidad antes de aplicar cualquier producto.
    • Estado de la herida: Las heridas muy abiertas o con tejido dañado pueden ser más sensibles a los antisépticos.
    • Concentración: Usar la concentración recomendada por el fabricante o un experto en heridas. Una concentración demasiado alta puede ser dañina.
  4. Cómo realizarlo correctamente:

    • Limpieza primero: Antes de impregnar la mecha, la herida debe limpiarse adecuadamente para eliminar los detritos y el tejido no viable.
    • Impregnación: Humedezca la mecha en el antiséptico elegido, escurriendo el exceso de líquido antes de insertarla en la herida.
    • No mezclar: Evite combinar diferentes antisépticos, ya que esto puede reducir su eficacia o potenciar efectos adversos.

Decidir sobre la impregnación: ¿Cuándo y por qué?

  1. Tipo y gravedad de la infección: Una herida con signos evidentes de infección, como enrojecimiento, calor, pus o mal olor, podría beneficiarse de un antiséptico.
  2. Historial del paciente: Las comorbilidades, como la diabetes, que comprometen la inmunidad, pueden hacer que la impregnación con antisépticos sea más beneficiosa.
  3. Tipo de microorganismo: Saber qué patógeno se está tratando puede guiar la elección del antiséptico más adecuado.

Productos adicionales para la impregnación:

  • Antibióticos: En casos de infecciones específicas, impregnar la mecha con un antibiótico puede ser útil, especialmente si se ha identificado un patógeno específico.

Precauciones al considerar la impregnación:

  • Dilución adecuada: Es fundamental diluir adecuadamente los antisépticos, como la Povidona Yodada, para evitar daños tisulares.
  • Resistencia bacteriana: Impregnar con antibióticos de manera indiscriminada puede llevar al desarrollo de resistencias.
  • Tiempo de exposición: El tiempo que el antiséptico o antibiótico está en contacto con la herida también puede influir en su efectividad y en el riesgo de dañar el tejido.

Aspectos técnicos:

  • Monitorización: Una vez que se ha impregnado y colocado la mecha, es vital monitorear la herida regularmente para detectar signos de mejoría o complicaciones.
  • Rotación de productos: Es posible que, en ocasiones, cambiar el antiséptico o antibiótico pueda ser útil, especialmente si no se observan mejorías.

En conclusión, mientras que la impregnación de mechas con antisépticos puede ser beneficiosa en circunstancias específicas, es esencial que los profesionales sanitarios estén bien informados y entrenados para usar esta técnica de forma segura y eficaz.

¿Qué tienes que saber para la práctica?

Para que lo tengas claro y al alcance de la mano:

  • Evalúa la herida: Profundidad, exudado y riesgo de infección son claves.
  • Decide el tipo de mecha: No todas son iguales. Si hay riesgo de infección, considera mechas antimicrobianas.
  • Observa la evolución: El mechado es una herramienta, no una solución definitiva. Revisa y adapta según cómo evolucione la herida.

¿Cómo mantenerse al día de la última evidencia gratis?

Mantenerse actualizado y resolver este tipo de dudas a veces no es tarea fácil.

Es por eso que nosotros intentando poder aportaros al máximo vamos realizando búsquedas de preguntas que nos mandáis así como damos contenido formativo.

¿Te ha sido útil este artículo? si la respuesta es que sí, te animo a que te suscribas al blog para estar al día y tener la seguridad de que estás trabajando en base a la evidencia científica. Es gratuito y te puedes dar de baja cuando quieras.

Deja aquí tu email para no perderte nada, recibir las actualizaciones y mandarnos preguntas:

¿Cómo citar este artículo?

Bibliografía

  • Kessler DO, Krantz A, Mojica M. Randomized trial comparing wound packing to no wound packing following incision and drainage of superficial skin abscesses in the pediatric emergency department. Pediatr Emerg Care. 2012 Jun;28(6):514-7. doi: 10.1097/PEC.0b013e3182587b20. PMID: 22653459.
  • Hilton JR, Williams DT, Beuker B, Miller DR, Harding KG. Wound dressings in diabetic foot disease. Clin Infect Dis. 2004 Aug 1;39 Suppl 2:S100-3. doi: 10.1086/383270. PMID: 15306987.
  • Carter K. Hydropolymer dressings in the management of wound exudate. Br J Community Nurs. 2003;8(9 Suppl):suppl 10-6. doi: 10.12968/bjcn.2003.8.Sup3.11579. PMID: 14685964.
  • Tachi M, Hirabayashi S, Yonehara Y, Suzuki Y, Bowler P. Comparison of bacteria-retaining ability of absorbent wound dressings. Int Wound J. 2004 Sep;1(3):177-81. doi: 10.1111/j.1742-4801.2004.00058.x. PMID: 16722876; PMCID: PMC7951750.
  • Obagi Z, Damiani G, Grada A, Falanga V. Principles of Wound Dressings: A Review. Surg Technol Int. 2019 Nov 10;35:50-57. PMID: 31480092.
  • Azmat CE, Council M. Wound Closure Techniques. 2023 Jun 26. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan–. PMID: 29262163.
  • Tochigi K, Ebihara T, Omura K, Aoki S, Takeda T, Otori N, Tanaka Y. Nasal Packing Materials and Placement Duration on Wound Healing in Nasal Mucosa: An Animal Study. Laryngoscope. 2023 Jul 6. doi: 10.1002/lary.30865. Epub ahead of print. PMID: 37409795.
  • Britto EJ, Nezwek TA, Popowicz P, Robins M. Wound Dressings. 2023 May 18. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan–. PMID: 29261956.
  • Broussard KC, Powers JG. Wound dressings: selecting the most appropriate type. Am J Clin Dermatol. 2013 Dec;14(6):449-59. doi: 10.1007/s40257-013-0046-4. PMID: 24062083.
  • Schultz GS, Sibbald RG, Falanga V, Ayello EA, Dowsett C, Harding K, Romanelli M, Stacey MC, Teot L, Vanscheidt W. Wound bed preparation: a systematic approach to wound management. Wound Repair Regen. 2003 Mar;11 Suppl 1:S1-28. doi: 10.1046/j.1524-475x.11.s2.1.x. PMID: 12654015.
  • Abikhaled JA, Granchi TS, Wall MJ, Hirshberg A, Mattox KL. Prolonged abdominal packing for trauma is associated with increased morbidity and mortality. Am Surg. 1997 Dec;63(12):1109-12; discussion 1112-3. PMID: 9393261.
  • Abikhaled JA, Granchi TS, Wall MJ, Hirshberg A, Mattox KL. Prolonged abdominal packing for trauma is associated with increased morbidity and mortality. Am Surg. 1997 Dec;63(12):1109-12; discussion 1112-3. PMID: 9393261.
  • Kessler DO, Krantz A, Mojica M. Randomized trial comparing wound packing to no wound packing following incision and drainage of superficial skin abscesses in the pediatric emergency department. Pediatr Emerg Care. 2012 Jun;28(6):514-7. doi: 10.1097/PEC.0b013e3182587b20. PMID: 22653459.
  • Rosen RD, Manna B. Wound Dehiscence. 2023 May 1. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan–. PMID: 31869176.
  • Schultz GS, Sibbald RG, Falanga V, et al. Wound bed preparation: a systematic approach to wound management. Wound Repair and Regeneration. 2003;11(Suppl 1):S1-28.
  • European Wound Management Association (EWMA). Position Document: Wound Bed Preparation in Practice. London: MEP Ltd; 2004.
  • Thomas S. Wound Management and Dressings. London: Pharmaceutical Press; 1990.
  • Flanagan M. Wound healing and skin integrity: principles and practice. Wiley-Blackwell; 2013.

The post ¿Cuándo es recomendable el mechado de heridas en la práctica clínica? appeared first on Enfermeria Evidente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *